El canto de alabanza a la mujer hacendosa, que entona el Libro de los Proverbios, es un preludio a la parábola que utiliza Jesús; el Salmo, como variaciones sobre el mismo tema: “dichosa la que, con manos hábiles, teje lana y lino, que maneja la rueca, que abre las manos al pobre y desvalido”; talentos recibidos para alegrar la vida de los otros.
domingo, 19 de noviembre de 2023
33º Ordinario, noviembre 19, 2023.-
El canto de alabanza a la mujer hacendosa, que entona el Libro de los Proverbios, es un preludio a la parábola que utiliza Jesús; el Salmo, como variaciones sobre el mismo tema: “dichosa la que, con manos hábiles, teje lana y lino, que maneja la rueca, que abre las manos al pobre y desvalido”; talentos recibidos para alegrar la vida de los otros.
viernes, 10 de noviembre de 2023
32°. Ord. 12 noviembre 2023.-
miércoles, 1 de noviembre de 2023
31° Ordinario, 5 octubre 2023.-
No me abandones Señor, Dios mío te alejes de mí. Ven de prisa a socorrerme, Señor, Señor, mi Salvador.
Dios omnipotente eterno, A cuya gracia se debe el que tus fieles puedan servirte dignamente y laudablemente, concédanos caminar sin tropiezo hacia los bienes que nos tienes prometidos. Por nuestro Señor Jesucristo.
Sabemos, no te alejes de mí que son muchas las circunstancias externas e internas, que sin Ti, no podremos superar, y, cada respuesta fallida, esa que se guía por mundanos criterios, por ambiciones desmedidas, por fatales apariencias, por hipocresías, nos impedirá realizar la finalidad innata que tenemos todos los humanos: Servirte y Alabarte, y acabaremos separándonos de Ti y de nosotros mismos, sumergidos, paradójicamente, en la detestable superficialidad de dejar pasar, de dejar hacer. ¡Cuán apropiada la Oración Colecta para experimentar que, de verdad, estamos colgados de las manos de nuestro Padre Dios!
Malaquías, aunque lanza la diatriba directamente al grupo sacerdotal, a los descendientes de Leví, porque no actúan de acuerdo a la alianza, involucra a todo el pueblo que ha perdido la conciencia de filiación divina, que no vive la fraternidad, que no reconoce su único origen: “¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?” Palabras pronunciadas hace 26 siglos y que tienen tal vigencia que, ojalá, sacudan nuestros interiores y alejen de nosotros la necesidad de preguntarnos: “¿Por qué nos traicionamos como hermanos?” Reflexión que haga brotar, con transparencia, la súplica del Salmo: “Señor, consérvanos en tu paz.” Esa paz dulcificará nuestros ojos, romperá nuestras ansias de grandeza, nos llenará de tranquilidad y de silencio porque esperamos en Ti, Dios nuestro.
Jesús prosigue su viaje hacia Jerusalén, hacia el cumplimiento total de la misión aceptada. Habla a todos, a las multitudes y a los discípulos y continúa desenmascarando a los escribas, a los fariseos, a los doctores de la Ley, no los desacredita, son intérpretes de la Alianza, pero, como eco de Malaquías, les echa en cara lo que más desdice de un servidor de la Palabra: “Dicen una cosa y hacen otra.” Realidad que alcanza, no solamente a los sacerdotes, sino, a todo cristiano, a todo ser humano y, de manera especial, a cuantos detentan autoridad y no la aprovechan para servir sino para ser servidos. Todos los que buscan –buscamos- el parecer y no el ser; la alabanza, la reverencia, los títulos, los privilegios. Todos cuantos, con pasmosa facilidad, enjuiciamos y condenamos, criticamos en los demás lo que deberíamos corregir primero en nosotros; quisiéramos cambiar el mundo sin abandonar nuestra esfera de cristal.
Oremos por todos los sacerdotes, por todos los dirigentes de los pueblos, por los padres de familia para que, a ejemplo de San Pablo, sean capaces, no sólo de palabra sino con una acción motivadora y sostenida por el Espíritu, de tratar a todos “con la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus pequeños.”
Uno es nuestro Padre: Dios. Uno es nuestro Guía y Maestro: Cristo, y “nosotros todos somos hermanos.” ¿Queremos reensamblar este “mundo rota”?, aquí está la pauta!: Abrir nuestro encierro y mirar atentamente la realidad del otro. Como dice, desde su propia experiencia, Ladislao Boros: “Busqué a Dios y no lo hallé; busqué mi alma y no la encontré; busque al hermano y encontré a los tres.
viernes, 27 de octubre de 2023
30°. Ord. 29 octubre 2023
En la carta de Pablo vemos las concreciones: los tesalonicenses fueron campo que regó con su fe y con sus actos igual que las provincias romanas de la Grecia y fueron difusores de la Palabra y de la Vida, su ejemplo convenció y dirigió los pasos vacilantes hasta el encuentro con el Dios vivo; la esperanza los mantuvo despiertos, preparados para la resurrección.
¡Rompamos al fariseo que traemos dentro, no hagamos al Señor preguntas necias, esas, cuyas respuestas sabemos de antemano! No indaguemos, con cara de inocencia, para obtener la clasificación exacta: “¿Cuál es el principal mandamiento?”, porque no son 613 como en el Libro de la Alianza, sólo son 10, que Jesús, paciente y comprensivo, nos los reduce a dos, que todos conocemos, que los “teólogos de la Ley”, habrían explicado muchas veces, el “shema Israel”, que repetían mínimo dos veces al día: “El Señor nuestro Dios es el único Señor; amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón” , como está en Deuteronomio 6: 4-5; pero Jesús completa con el otro, por tantos olvidado, incluidos nosotros: “El segundo es semejante a éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (Lev. 19: 18). Nos parece escuchar lo que dijo en otra ocasión: “haz esto y vivirás”, porque “en estos dos mandamientos están sostenidos toda la Ley y los Profetas”. ¡La señal luminosa está encendida, no queramos quedarnos en tinieblas!
sábado, 21 de octubre de 2023
29° Ord. 22 octubre 2023.-
Su Palabra, su Gracia, nos ha preparado para reconocerlo como el Único Dios, no desde un monoteísmo estático, sino alerta para admirar y admirarnos de su presencia en nuestro mundo, interno y externo.
Ciro el persa, no lo conocía; sin duda dotado de una naturaleza sensible a las mociones del Espíritu, percibió, sin saberlo, y lo más admirable, actuó como “ungido del Señor a quien ha tomado de la mano”, para ser instrumento de liberación para su pueblo Israel. Lo que Dios dice de Ciro, lo dice de cada ser humano, lo dice de mí: “te llamé por tu nombre, te di título de honor, aunque tú no me conocieras”. ¿No fue Él quien nos llamó a la existencia y nos dio el mejor título: “hijos de Dios”? ¿Ha habido alguien que lo conociera primero? ¿Regresamos “a Dios lo que es de Dios”? ¿Proclamamos, de palabra y de obra, que “Él es el Señor y no hay otro”? Misión que nos engrandece al aceptarla y vivirla en plenitud, “para ser en Ti, como al principio era”. Con esta actitud, ferviente y convencida, cobra toda su fuerza el Salmo: “Cantemos la grandeza del Señor”.
sábado, 14 de octubre de 2023
28°.Ord. 15 0ctubre 2023
Primera Lectura: del libro del profeta Isaías 25: 6-10
Salmo Respomsorial, del salmo 22: Habitaré en la casa del Señor toda la vida.
Segunda Lectura: de la carta del apóstol Pablo a los filipenses 4: 12-14, 19-20
Evangelio: Mateo 22: 1-14.
La Antífona de entrada nos prepara para constatar la universalidad del amor de Dios, que, al serlo, nos incluye a todos; “en Dios no hay acepción de personas”, su perdón y su misericordia son como Él, inagotables; por eso brota en nosotros, seamos como seamos, algo que sobrepasa la esperanza: ¡la certeza! Mi Padre bueno, me ama, me comprende, me acoge, me invita, me proporciona el vestido de fiesta, me espera para acompañarme, para enseñarme, para inspirarme la concreción exacta de mi respuesta a Él en el amor y en el servicio a los demás, a todos, como Él: sin peros, sin condiciones excluyentes. ¡No es una utopía! “Todo lo puedo en Aquel que me conforta”.
El Profeta nos confirma: “El Señor del universo, preparará un festín con platillos suculentos para todos los pueblos”. Un banquete es momento de convivencia, de amistad, de cercanía; eso es lo que nos prometió y ya cumplió, más aún, sigue invitándonos a la claridad, a la alegría, a la plenitud. En verdad “¡Aquí está nuestro Dios!” ¡Cómo no repetir convencidos: “El Señor es mi Pastor, nada me puede faltar”! Nos conduce a los mejores prados, a las aguas más cristalinas, a su propio Corazón traspasado de donde manan “ríos que saltan hasta la vida eterna”.
Manifestación clara de esa apertura infinita de Dios: la acción del Espíritu Santo en el Concilio Vaticano II, todavía por vivirse plenamente: Iglesia, luz del mundo, Iglesia Ecuménica, Iglesia en diálogo con todos, Iglesia continuadora de la Revelación, Iglesia de la libertad y el crecimiento, Iglesia, estandarte de Cristo Vivo. ¿Queremos más pruebas del amor de Dios, de la predilección por los hombres, de la esperanza que sigue teniendo en cada uno de nosotros? Imposible asistir al “Banquete de Bodas” sino en Iglesia, en comunidad, en mutua aceptación, en apoyo constante, vestidos y “revestidos de Cristo” (Gál. 3: 27).
Jesús, como verdadero hombre, sabe lo que significa un banquete y más un banquete de bodas; se refiere a “las suyas con la humanidad entera”, por eso invita a todos.
Con la misma claridad con que lo hizo el domingo pasado, echa en cara a los sumos sacerdotes y a los ancianos las consecuencias del rechazo de los profetas enviados a preparar el Reino. Cabe preguntarnos si de alguna forma los reencarnamos al vivir una fe anclada en la aceptación solamente intelectual, encerrada, temerosa del compromiso. ¿Qué tan rápido salimos a los cruces de los caminos a invitar a cuantos encontremos, al Banquete? Nuestras acciones hablan por nosotros, ¿vamos con entusiasmo, sabedores del significado del convite?, ¿ayudamos a proporcionarles “el vestido de fiesta”?
Estar “adentro” no necesariamente implica el quedarse, por eso, volviendo a San Pablo, que nuestra actitud convencida sea: “Todo lo puedo en Aquel que me conforta”.
viernes, 6 de octubre de 2023
27°. Ord. 8 octubre 2023.-
Jesús retoma el canto a la viña, recorre la historia: los profetas enviados, fueron asesinados, la súplica del Salmo ha sido olvidada, el rechazo violento al Hijo, se acerca cada vez más, será sacado fuera de la viña y morirá más allá de las murallas de Jerusalén.
La pregunta directa a los sumos sacerdotes y a los ancianos no puede tener sino una respuesta: “Dará muerte terrible a esos desalmados, y arrendará la viña a otros viñadores que le entreguen frutos a su tiempo.” Pensamiento lineal y acorde que Jesús utiliza para que reflexionen y reflexionemos: ¿descartamos la Piedra Angular o construimos sobre
ella? ¿Dejaremos que el Reino nos sea arrebatado o intentaremos, con todo nuestro empeño, y, seguros de que Él “nos dará las gracias que necesitamos y ni siquiera sabemos expresar”, para producir los frutos “de justicia y de derecho”?
La delicadeza de Dios sigue en presente, y seguirá, si no se lo impedimos: “Que la paz de Dios, que sobrepasa toda inteligencia, custodie
nuestros corazones y pensamientos en Cristo Jesús… busquemos lo verdadero, lo noble, lo justo, lo puro, lo amable y el Dios de la paz estará con nosotros.
Ya no es la Viña la arrasada, sino Cristo Jesús que se dejó arrastrar hasta la Cruz y con su muerte nos dio nueva vida. “No he venido a destruir sino a construir.” ¡Constrúyenos, Señor!
jueves, 28 de septiembre de 2023
26°. Ord. 1°. Octubre 2023.-
La Viña necesita trabajadores; el domingo pasado el Dueño salió a diversas horas y el pago fue desde la Justicia Divina, que rompió nuestra visión y, ¡ojalá!, nos haya hecho pensar lo que son “los caminos de Dios”. Hoy persiste el llamamiento y, precisamente, a los hijos: “Ve a trabajar a mi viña”. Las respuestas se repiten: “Sí, pero no fue”; respeto, corrección, que se quedan en un concepto vacío. “¡No quiero ir!, pero se arrepintió y fue”; retobo, mal humor, inmediatismo, comodidad; sin embargo: reflexión, discernimiento y acción.
Resuena Ezequiel y nos remueve la conciencia. Resuena la Carta a los Filipenses y también resuena dentro (2ª. Cor. 1:19): “Jesucristo no fue un ambiguo sí y no; en Él ha habido únicamente un sí.” Estos son “los sentimientos que hemos de compartir con Cristo Jesús”.
Sé y sabemos que la decisión no es fácil: “¡Qué angosta es la puerta y estrecho es el camino que llevan a la vida, y pocos dan con ellos!” (Mt. 7:14); “No basta con decirme, Señor, Señor, para entrar en el Reino de Dios, hay que poner por obra los designios de mi Padre del cielo.” (Mt. 7: 21) Y para consolidar el contenido del compromiso con frase de San Pablo en 1ª Cor. 4: 20: “Porque Dios no reina cuando se habla, sino cuando se actúa.” ¡Cuánto encierra el verdadero “sí, Señor”!, digámoselo y realicémoslo ahora que aún tenemos tiempo! “Con Él a mi lado, no vacilaré”. (Salmo 16 (15): 8)